Igual que en las películas a veces la historia no tiene
final feliz, ya deberíamos saber que la justicia divina en el fútbol no existe,
que aquella mano de Dios no fue más que una mala apreciación arbitral y un
gesto de pillería, a todo esto sería injusto no destacar quién presentó más
credenciales para alcanzar la felicidad.
Jorge Jesús presentó un equipo ofensivo, con gran gusto por
la pelota, con una presión intensa al rival y con asociaciones entre sus futbolistas
de ataque que hicieron que las ocasiones se sucedieran en el primer tramo del
partido, Enzo, Rodrigo, Gaitán, Salvio y Cardozo consiguieron que pareciera que
el Chelsea no había comparecido en la
Final, ahogando y mostrando las carencias del equipo de Rafa
Benítez en la salida del balón, con un David Luiz impreciso y un Lampard
ausente, los lisboetas se iban haciendo dueños del partido, Gaitán y Cardozo
tuvieron sendos remates en el área que inexplicablemente no llegaron a
materializar en gol, el ritmo impuesto por los lisboetas evidentemente no iba a
durar todo el encuentro pero ya mostraba los senderos por los que s iba a
encaminar el encuentro, con “los Bleus” intentando sacar al equipo a base de
pelotazos para la carrera de Torres y con un Ramires colocado en banda derecha
totalmente desubicado, el partido obligaba a Juan Mata a bajar hasta su propio terreno
de juego para iniciar el ataque, pero el medio campo luso se imponía una y otra
vez con Matic, que se erigió como dueño total y absoluto del juego, por delante
de la defensa, robaba, e iniciaba la jugaba desde atrás.
A medida que el empuje portugués disminuía iban apareciendo
algo más los pesos pesados londinenses, Oscar con un disparo desde fuera lo
intentó y Frank Lampard con un tremendo derechazo puso a prueba los reflejos de
Artur,
Al descanso se llegaba con la sensación de que las ocasiones
malogradas por el Benfica traerían consecuencias en la segunda mitad, y que el
Chelsea se llevaba al descanso un 0-0 un tanto milagroso, y si bien es cierto
al comienzo del segundo periodo los derroteros del partido fueron muy similares,
otra vez la presión alta, llegadas desde la segunda línea y un Oscar Cardozo
que se estaba convirtiendo en una pesadilla para los dos centrales “blues”, tanto
es así que un magnífico centro desede la banda izquierda era aprovechado por el
paraguayo para de un certero cabezazo mandar el balón a la red de Peter Cech, gol
que fue anulado por un ajustadísimo fuera de juego, quizas debido al esfuerzo y
a la decepción las llegadas lisboetas empezaron a ser menos frecuentes, y en un
balón en profundidad, de los muchos que había intentando el Chelsea en la
primera parte, en el minuto 59, Fernando Torres pugnó con Luisao, aguantando en
pie, quebró a Artur y con algo de suspense metió el 0-1, es el hombre de las
finales, lo hizo con la selección española en las Eurocopas de 2008-12, después
en la final de la Champions
en 2013 con su equipo y “El Niño” tampoco quiso faltar a esta, objeto de críticas
feroces, sigue haciendo lo que sabe hacer, explotar su velocidad y acabar
transformando el tanto que ponía a su equipo por delante.
Este gol sin duda quedó helado tanto a jugadores como a la
afición de Benfica, poco tardó Jorge Jesús en reaccionar buscando una revolución,
dando entrada a Ola John y Rodrigo Lima y hacer un equipo ultra ofensivo, si
bien es cierto dudo que el técnico pensase que la reacción llegaría tan
pronto, porque 9 minutos más tarde una mano absurda de Azpilicueta en el área
fue señalada por el colegiado holandés, Bjorn Kuipers, como pena máxima,
penalti que trasformaría Cardozo, fuerte, al centro mientras que el guardameta
se vencía la izquierda, ya sea por pegarle con el alma y fruto del cansancio, el
gol ni tan siquiera se celebró, con el 7 sentado en el césped y aquejado del
gemelo de su pierna, el partido pendía de un hilo y podía decantarse para
cualquier lado, y entonces apareció Frank Lampard para mandar un derechazo que
se estrelló en la escuadra de la portería del Benfica, poco tiempo después fue
el central argentino, Ezequiel Garay el que tuvo que retirarse del encuentro
debido a una lesión muscular, el entrenador se vio obligado a reorganizar el
equipo y dar entrada a Jardel en su lugar, colocando a Nico Gaitán en el
lateral izquierdo, puesto totalmente desconocido para él, cuando todo parecía
encaminado a la prórroga, en el minuto 93, un nuevo corner favor del Chelsea, Juan Mata la pone con la
calidad que le caracteriza y en el segundo palo, se eleva por el cielo de Ámsterdam,
totalmente solo de marca Ivanovic, cambiando la trayectoria de la pelota en
introduciéndola por la escuadra de la portería de Artur, el central le daba el
título al Chelsea y destrozaba en mil pedazos los corazones portugueses en la
grada que veían, como después de la dolorosa derrota que le alejaba del título
liguero ante el Oporto en la pasada jornada, casi en el mismo minuto se repetía
la historia pero esta vez con un título europeo en juego.
Aun hubo tiempo para que, en un balón suelto en el área no
llegara a rematar a la red Cardozo debido a la milagrosa intervención de
Cahill, Rafa Benítez consigue un nuevo título europeo y el Chelsea es por unos
dias vigente campeón de Champions y de Europa League, los finales felices y la
justicia divina los dejamos para el cine, o no.
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