El último capitulo de la
novela de Casillas, que tristemente va llegando a su fin, es la de reconocer la
trayectoria de sus 15 años en el Real Madrid con una réplica de La Cibeles entregada entre
bambalinas, una manera clandestina y llena de cinismo del Presidente Florentino
Pérez, sabedor de que la imagen del portero no es la mejor para la mayoría de
la afición madridista, ya no son una minoría, ya no están escondidos en las
redes sociales, ya son socios, abonados que no dudan en increpar al de Móstoles
en su propio campo, quizás arrastrados por esa corriente que cada vez ha tomado
más fuerza, esa parte afín al el ex entrenador Jose Mourinho, que
principalmente desde Twitter, no ha dejado de menospreciar al capitán del Real
Madrid.
Por otra parte, flaco favor
le hace a Casillas la campaña orquestada por los medios deportivos, ensalzando
sus méritos deportivos, llenando portadas y horas de televisión con su nombre, las
hazañas del portero, al igual que sus errores, están en la memoria, siempre y
cuando esa memoria no sea selectiva, el momento personal de Iker no es bueno, es
evidente que ha perdido facultades, que está falto de confianza, que todas esas
faltas de respeto hacia su persona han mermado su capacidad como arquero, que
tampoco ha recibido el apoyo institucional que se le debía haber dado, no es la
prensa la que debe apoyarlo, es su club, y no lo ha hecho, la salida de Diego López
no ha hecho más que empobrecer su imagen de cara al aficionado, eliminan
competencia real en su puesto, le traen competencia ficticia, como la de Keylor
Navas, gran profesional, portero fantástico, pero nuevo en la oficina y eso si,
alejado de Mourinho, siempre Mourinho, el entrenador del Chelsea sigue estando
presente para muchos en todo lo relacionado con el club, con él empezó el
calvario de Iker, con más razón o menos, pero con poco tacto, quizás, el propio
ego del portugués no le permitió ver que menospreciándolo en público estaba
también mermando a su equipo, no es ningún secreto que para serle útil al
entrenador debes seguir su ejemplo al pie de la letra, y pobre de aquel que lo
contradiga.
Lo dije en Twitter y lo mantengo, Iker debió salir del Real Madrid, no hay vuelta atrás, se está forzando la situación hasta límites que no creo que nadie alcance a entender, el portero que levantase Copa y Champions hace poco menos de 4 meses debió salir con esos títulos debajo del brazo, porque la crítica deportiva puede llegar a ser hasta conveniente, pero entre eso y las faltas continuas de respeto hay una línea muy fina que se está empezando a traspasar, lo mejor para el club, y sobre todo para el propio Casillas es abandonar el Real Madrid, tener una despedida tan digna como su trayectoria, con “La Décima” debajo del brazo y su réplica de La Cibeles entregada en el Bernabéu, donde se reconocen a los que han llevado la camiseta blanca con honor, Iker es uno de ellos, por más que le duela a alguno, ahora igual es tarde y por eso el homenaje se hace entre calzoncillos sudados, ropa improvisada para la ocasión y el cinismo de Florentino como bandera.
@PaseAl_Hueco