jueves, 13 de febrero de 2014

Rafa Benítez "El Caballero en la sombra"




By @PaseAl_Hueco

He de reconocer que tenía un poco abandonado el blog, quizás, porque en la actualidad del mundo del fútbol no había nada que me pareciera lo suficientemente importante, al menos no tanto como para desarrollar un tema si ya me había explicado por Twitter, si es que en algo interesa la humilde opinión de un servidor.


En la mañana de hoy, en mi habitual repaso a la prensa deportiva internacional me sorprende, a la par que me indigna, que la mayoría de las portadas que reflejan el pase del Napoli a la final de Coppa en Italia lo hacen con una imagen de la celebración de Diego Maradona en la grada de San Paolo, sin la más mínima intención de desprestigiar al que ha sido el dios del fútbol, me invade la rabia porque, que yo recuerde ni él había anotado los goles, ni por supuesto dirige al club desde el banquillo, y es ahí donde me quiero centrar, en la figura de un entrenador, que no solo en Italia, en gran parte de los muchos sitios en los que ha cosechado éxitos, no se le ha valorado en su justa medida, he aquí mi perfil a Rafael Benítez Maudes, el caballero en la sombra.
 


Nacido en Madrid, el 16 de Abril de 1960, se formó como jugador en las categorías inferiores del Real Madrid, pese a que su padre Francisco era ferviente seguidor del Atletico de Madrid, aunque eso nunca supuso un problema a la hora de apoyar a Rafa en sus inicios, su madre, Rosario, en cambio, siempre mostró más simpatía por los blancos, con el juvenil A alzó el título de campeón nacional, y su sueldo de 2000 pesetas lo usaba para pagarse sus estudios de Educación Física en el INEF, el mismo cuenta, que tras correr 45 minutos desde la universidad hasta el entrenamiento no necesitaba calentar.
Cuando pertenecía al Real Madrid Aficionado, y estando a un paso del Castilla, filial del equipo blanco, es convocado por la selección española para un torneo universitario que se disputaría en México en 1979, pero una grave lesión lo apartó de todo eso y lo mantuvo 6 meses alejado del fútbol, cuando volvió le esperaba una cesión a la UD Parla, de 3º División, donde estuvo cuatro años, aunque como él mismo cuenta su carrera como futbolista tenía fecha de caducidad, y lo hizo en el Linares, tras no recuperarse de la lesión de rodilla.
Aquel tiempo, que pudo parecer de fatalidad no lo fue tanto, sus inquietudes iban más por el terreno táctico, amante de la estrategia, es muy conocida su afición por el ajedrez, Rafa empezó a desarrollar ideas muy claras en cuanto al fútbol, convicciones de alguien que vislumbraba su trabajo en un futuro como entrenador del deporte que amaba.

El mundo del fútbol a esos niveles no daba para vivir, así que ejerció de maestro de Educación Física en numerosos centros de la capital y director técnico en gimnasios, hasta que volvió a las categorías inferiores del club en el que se formó, el Real Madrid, esta vez para dirigir en La Fábrica.
Con un equipo de trabajo como el que formaban, Vicente Del Bosque, en la dirección de fútbol base, Ramón Martínez, como director de fútbol y Luis Molowny como manager general, Rafa Benítez ascendió en diferentes categorías y ganó dos copas y una liga en las tres campañas que dirigió al Real Madrid sub 19.

Tras su paso por el Castilla, llegó a ser segundo entrenador del primer equipo, como el mismo reconoce, había llegado su momento de abandonar la casa blanca para emprender en solitario su camino en los banquillos, y fue el Real Valladolid el que apostó por su servicios, con plantilla suficiente para competir en segunda división, a 15 días del comienzo de la temporada el club es ascendido de categoría debido a las deudas de dos clubs en primera, con lo que una oportunidad increíble de entrenar a primer nivel se convierte en su propia trampa, dado que la plantilla de los pucelanos carecía de nivel para competir en la máxima categoría.

Ese fue su primer cese como entrenador, después vendría otro, en el Club Atlético Osasuna, cambio de objetivos marcados y la situación deportiva que de nuevo se volvía en contra del técnico que fue cesado de su cargo a la novena jornada.


Lejos de venirse abajo, lo volvió a intentar, en el CF Extremadura, un humilde equipo, una ciudad de tan solo 38.000 habitantes que vio como su equipo, con muchisimo trabajo, ilusión y esfuerzo conseguia el segundo ascenso de su historia a primera División, fueron momentos de gloria los que se recuerdan en la ciudad extremeña. La imagen de Rafa saliendo a hombros del Francisco de la Hera, exultante, aclamado por la afición, pero la pésima gestión de una directiva mediocre, y de esto puedo hablar con propiedad, acabó con un cambio de aires del entrenador, por según el que fuera presidente “No ser el mister adecuado para el club”.

La verdadera historia tiene mucho que ver con el dinero que movían estos secuaces, ladrones del fútbol, hijos del barro de los que ahora vienen estos lodos, un entrenador profesional, sin los gustos por el alcohol y clubs de alterne, meticuloso en su trabajo, poco amigo de las fiestas y la exposición a medios de comunicación, no era lo suficientemente bueno como para dirigir al CF Extremadura, muy buen ojo, si señor, por cierto este club ya no existe como tal, aquellos carroñeros, amantes de todos los vicios, terminaron por destruirlo desde dentro. 


 

Benítez comenzó una nueva andadura en el CD Tenerife, alli volvió a conseguir el ascenso en una última jornada épica ante el Leganés, la siguiente temporada vino su primer gran contrato, con 31 años el Valencia le ofreció la oportunidad de dirigir al club de la ciudad del Turia, con el que levantó 2 ligas y una copa de la Uefa. Tras recibir de las manos del presidente Manuel Llorente la insignia de Oro y Brillantes del club, Benitez quiso abrir fronteras en su carrera y se convirtió en el primer técnico español en dirigir en la Premier League, nada menos que al legendario Liverpool.


En la ciudad de los Beatles comenzaba la historia de amor, como muchos la califican de Rafa y el Liverpool, noches de gloria las que se vivieron a orillas del Mersey, con la consecución de cuatro títulos incluida la Champions League, con aquella final de Estambul ante el Milan, uno de los partidos mas emocionantes y trepidantes que se recuerdan en la historia del fútbol.


Rafa dejó Inglaterra con la sensación de haber cumplido un ciclo, exitoso de nuevo, y emprendió su aventura en otro gigante del fútbol, el Inter de Milan, en 5 meses levantó Supercopa de Italia y Mundial de Clubs, algo que no fue suficiente para la directiva que decidió rescindir el contrato del director técnico.

Tras un tiempo alejado de los banquillos, llega al Chelsea, para sustituir a Roberto Di Matteo, con los bleus, y en un ambiente de crispación por parte de los aficionados locales que no olvidaban su pasado “red” Rafa vuelve a levantar un título europeo, se trata de la Uefa Europa League ante el Benfica, y consigue la clasifiación para disputar la Liga de Campeones al año siguiente, año que no se sentará en el banquillo de Stamford Bridge.

Comenzaba este articulo hablando de la época actual, y es que este equipo tiene la esencia de Benítez, Napoli ya es finalista de Copa, ocupa una posición privilegiada en Serie A, de hecho, entre los logros de esta temporada, aún por terminar ya figura el del mejor inicio en la historia del club en liga, un equipo joven, comprometido, con las ideas de su entrenador puestas sobre el césped, estoy convencido del éxito de Rafa, como lo estoy de que un día, se le valorará como merece por todo lo bueno que ha aportado al fútbol, por sacar el máximo rendimiento a sus futbolistas, por alejarse de los focos, por el trabajo incansable que hace y por su enorme profesionalidad, Rafa Benítez, el caballero en la sombra.

 



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