sábado, 12 de octubre de 2013

100 kilos, lesiones y la sombra de Kaka


El infinito peso de nuestras acciones planea sobre nosotros, una losa de 100 millones y la sombra alargada de Kaka hacen del fichaje de Gareth Bale por el Real Madrid algo preocupante, y es que el galés que llegó apurando el cierre del mercado de fichajes tras declararse en rebeldía, no solo no ha podido demostrar deportivamente su valor si no que siembra miedos e incertidumbre sus continuas lesiones, el prometedor debut en El Madrigal con gol incluido queda en mera anécdota cuando el ex jugador del Tottenham vuelve a resentirse de diversos problemas musculares que impiden su continuidad en el juego, solo 107 minutos disputados es un bagaje demasiado pobre para quien presumiblemente venía de ser conocido como un auténtico “Iron Man”.
 

La edición de hoy del Diario Marca advertía que el jugador de Cardiff padecía una hernia discal y problemas en distintas vértebras, que en un principio no le causaban dolor, pero que podría derivar en tener que pasar por el quirófano manteniéndolo de baja 4 meses, el club que preside Florentíno Pérez ha desmentido previo comunicado la información del diario deportivo, pero en su afán por desmentir, a mi personalmente no me queda muy claro cual es el mensaje que realmente se quiere mandar, en un extracto del texto dice así “Se desmiente que el jugador padezca una hernia discal” y acaba admitiendo que el galés padece “Una pequeña protrusión discal crónica, que no le supondrá problema ninguno para realizar su actividad profesional” 

Al margen del movimiento deportivo, para mi innecesario viendo las carencias del equipo en otras posiciones y las virtudes del mismo en la demarcación que ocupa habitualmente Bale, hay que rescatar que durante la rebeldía del jugador para presionar su salida al club blanco, estuvo sin entrenarse casi dos meses, por supuestas molestias, en los que por supuesto tampoco disputó partidos oficiales ni con Tottenham ni con la Selección de Gales. La presión debido a la cantidad pagada por él y la expectación que llegó a levantar su fichaje llevaron a Carlo Ancelotti a contar con el jugador mucho antes de lo debido, sin pensar en las catastróficas repercusiones que tiene para un jugador que depende de su físico, no haber realizado una pretemporada en óptima.

El resultado es que, ahora mismo hay más incógnita que ilusión con la llegada de Gareth Bale, la sombra de Kaka, el rotundo fracaso deportivo y económico que supuso su fichaje, su periplos con las lesiones y su eterna resurrección han acabado con el brasileño traspasado gratis al ACMilan, por cierto también está lesionado, los peores augurios se ciernen sobre Concha Espina.



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