jueves, 18 de septiembre de 2014

Casillas, el principio del fin.




El último capitulo de la novela de Casillas, que tristemente va llegando a su fin, es la de reconocer la trayectoria de sus 15 años en el Real Madrid con una réplica de La Cibeles entregada entre bambalinas, una manera clandestina y llena de cinismo del Presidente Florentino Pérez, sabedor de que la imagen del portero no es la mejor para la mayoría de la afición madridista, ya no son una minoría, ya no están escondidos en las redes sociales, ya son socios, abonados que no dudan en increpar al de Móstoles en su propio campo, quizás arrastrados por esa corriente que cada vez ha tomado más fuerza, esa parte afín al el ex entrenador Jose Mourinho, que principalmente desde Twitter, no ha dejado de menospreciar al capitán del Real Madrid.


Por otra parte, flaco favor le hace a Casillas la campaña orquestada por los medios deportivos, ensalzando sus méritos deportivos, llenando portadas y horas de televisión con su nombre, las hazañas del portero, al igual que sus errores, están en la memoria, siempre y cuando esa memoria no sea selectiva, el momento personal de Iker no es bueno, es evidente que ha perdido facultades, que está falto de confianza, que todas esas faltas de respeto hacia su persona han mermado su capacidad como arquero, que tampoco ha recibido el apoyo institucional que se le debía haber dado, no es la prensa la que debe apoyarlo, es su club, y no lo ha hecho, la salida de Diego López no ha hecho más que empobrecer su imagen de cara al aficionado, eliminan competencia real en su puesto, le traen competencia ficticia, como la de Keylor Navas, gran profesional, portero fantástico, pero nuevo en la oficina y eso si, alejado de Mourinho, siempre Mourinho, el entrenador del Chelsea sigue estando presente para muchos en todo lo relacionado con el club, con él empezó el calvario de Iker, con más razón o menos, pero con poco tacto, quizás, el propio ego del portugués no le permitió ver que menospreciándolo en público estaba también mermando a su equipo, no es ningún secreto que para serle útil al entrenador debes seguir su ejemplo al pie de la letra, y pobre de aquel que lo contradiga.


 Lo dije en Twitter y lo mantengo, Iker debió salir del Real Madrid, no hay vuelta atrás, se está forzando la situación hasta límites que no creo que nadie alcance a entender, el portero que levantase Copa y Champions hace poco menos de 4 meses debió salir con esos títulos debajo del brazo, porque la crítica deportiva puede llegar a ser hasta conveniente, pero entre eso y las faltas continuas de respeto hay una línea muy fina que se está empezando a traspasar, lo mejor para el club, y sobre todo para el propio Casillas es abandonar el Real Madrid, tener una despedida tan digna como su trayectoria, con “La Décima” debajo del brazo y su réplica de La Cibeles entregada en el Bernabéu, donde se reconocen a los que han llevado la camiseta blanca con honor, Iker es uno de ellos, por más que le duela a alguno,  ahora igual es tarde y por eso el homenaje se hace entre calzoncillos sudados, ropa improvisada para la ocasión y el cinismo de Florentino como bandera.


@PaseAl_Hueco